En el sector público, para desempeñar puestos en los que se diseñen o ejecuten programas relacionados con las familias y la prevención de la violencia.
En el sector social, en organizaciones no gubernamentales, impulsando proyectos de prevención de la violencia familiar bajo los rubros de diseño, ejecución, coordinación y evaluación.
De manera independiente, a partir de una práctica solidaria con grupos vulnerables que requieran de asesoría especializada.